No haces mas que escapar
de las manos muertas,
de las horas vacías,
hambrienta de nieve
de sexo e inclemencia
Yo te quiero a lo bien, Tania
porque aprendimos al tiempo y a trompadas
el camino sedoso de los amores difíciles
porque te ríes de la muerte a carcajadas
de su pretensión inútil de borrarlo todo
La vida nos dejò atrás, querida
los días ya no son la promesa veloz
de una vida brutal
de una muerte gloriosa y temprana
(Nosotros, los despreciados de los dioses
los últimos de la fila
no tuvimos la gracia de morir hermosos
y ahora, mitad escombro y mitad escoria
recogemos uno a uno lo que quedo
de nuestros sueños)
Ya no hay curiosidad por el cuerpo
ni es la noche un laberinto
ni el mar la meada de dios
Èramos vírgenes y bellas ¿Recuerdas?
y nos sentíamos desesperadamente
capaces de amar
pogueando en Marron
coreando a Queen
y reventando botellas vacías
de cerveza por las calles
Ahora, dictas clases
en una universidad de curas
y cuidas tu imagen de profesora respetable
A ti, con tu roja pañoleta
y tu sarcástica mirada de bruja
se te abona la fiereza
de haber sobrevivido.
Eva Durán
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