sábado, 2 de febrero de 2013




En  esta ciudad construiré mi casa
la vestiré de madera virgen y yerba fresca
crecerá al conjuro de la lluvia
refugiará proyectos tontos
actos criminales
sueños primigenios
los miedos de mi niña
y el espectro de Pilar (mi joven abuela)
sonriendo enamorada en la estancia luminosa
(28 años de ser pequeña y coqueta,
43 buscando salidas (y entradas)
en los corredores de la muerte
cayendo cada vez más hacia abajo
cada vez más hacia adentro].
 
La cabeza disecada
de un torero exitoso
será el orgullo
de mi sala de trofeos.
 
En cuanto a ti
te coseré el cuerpo a pedazos
de musgo de amor y tizón ardiente
te llamaré Holger
y serás mi hijo.
 
Mi casa
tan profunda como los aullidos
del holocausto
tan pequeña como una caricia
sobre la tumba de mamá.





Eva Durán






Todos los derechos reservados © 

No hay comentarios:

Publicar un comentario