sábado, 2 de febrero de 2013

Cuento de hadas






 
La luna arrugada y grasienta
ilumina a la princesa dormida
que flota indemne 
hacia el abismo de miedos
 
El príncipe, mientras tanto
está ocupado en otras faenas
más accesibles
menos pretenciosas
 
Cansado como está 
de que por un beso
le exijan asaltar 
el castillo del gigante
enfrentar el dragón demoníaco
pasar a caballo el ojo de una aguja
 
No quiere saber nada 
de esas chicas difíciles
que disfrazadas de cenicienta
y sin saber fritar un pollo
prometen un final feliz 
mas allá del sol
 
"Una princesa es igual a todas" 
él piensa 
 
y por eso 
se queda con la madrastra




para Laura Alejandra (cuando era niña)




Eva Durán






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