Ni la vida es alegre
ni la muerte es triste
Diego Álvarez
Mi
amiga Lira Luz
(la
bellísima, elegante muchacha de piel morena
grandes
ojos y amor intacto)
se
ha ido...
Su
madre enloquecida
aúlla
de dolor en la terraza
alertando
al vecindario
(es
de noche, la luna sonríe)
Hemos
salido todos, presurosos
(en
pijama, a medio vestir)
para
abrazarle
Cuando
llegan las católicas rezanderas
a
rezongar el católico rosario,
mi
madre
hace
un termo de aromática para el velorio
otra
vecina el café tinto
Una
ronda de sillas rimax
es
colocada a lo largo de la calle
la
llorosa multitud amanece en vigilia
Mientras
sentada en el piso
leo
en voz alta el evangelio espiritista
Milagros,
la bebé de Lira Luz
se
despierta con el cabello alborotado
y
nos mira a todos
con
sus grandes ojos
con
su piel morena
con
su amor intacto.
Eva Durán
Eva Durán
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